Estereotipos de boda más comunes, deshazte de ellos

Muchas parejas son completamente indiferentes a todo tipo de supersticiones y presagios. Porque todos estos pensamientos en la cabeza, solo complican las cosas. Sin embargo, esta percepción persiste hasta la fecha de la boda y los preparativos de la misma.

La mayoría de las veces, son las novias las que tienen una verdadera tormenta en sus mentes, y aquí está la razón:

1. No se puede celebrar una boda en un año bisiesto

Es difícil de creer, pero hay personas que creen que en estos años no se deben hacer bodas. Sí, tiene un día menos. Y no afecta a tu boda de ninguna manera. Las dudas que atormentan el alma de la novia son evidentes, porque se trata casi del acontecimiento más importante de su vida.

Pero si te tranquiliza, aquí tienes el ejemplo de una pareja que se casó en el año bisiesto de 1996 y lleva 24 felices años juntos. Hugh Jackman y Deborra, esta familia está considerada como la más ejemplar de Hollywood y ninguno de ellos se ha visto aún envuelto en intrigas externas.

2. El novio no puede ver a la novia antes de la boda

Hay parejas que quieren que sus vestidos de novia complazcan a ambos participantes en la celebración. Después de todo, las novias por lo general tratan de verse hermosas solo para sus cónyuges, por lo que, sienten inseguridad si su futuro esposo no ha visto en el vestido de novia. Olvídate de este presagio, no hay forma de que estropee tu matrimonio si realmente se aman.

Sin embargo, los novios sienten una especie de magia cuando esperan ansiosamente encontrarse para ir al altar. En ese sentido, esta tradición es aceptable, pero solo si te apegas a él por la magia del primer encuentro, no por el miedo a un matrimonio fallido.

3. Nunca alquiles un vestido

A las novias les aterra repetir el destino de la dueña de un vestido de novia anterior y se niegan a alquilarlo. Y en vano. En primer lugar, todos los vestidos de novia se limpian en seco para que queden como nuevos. En segundo lugar, es una oportunidad para reducir los costes de la boda. En tercer lugar, te ahorra la molestia adicional de vender tu vestido de novia, que requiere mucho tiempo y esfuerzo.

Siempre y cuando, por supuesto, no tengas pensado conservar tu vestido de novia como recuerdo de tu boda.

4. ¡No olvides vestirte de blanco!

Hoy en día, en las boutiques de novias se pueden ver cada vez más variantes de vestidos de color beige o diversos tonos. No se excluyen los estampados interesantes y originales, los elementos de patrones brillantes y los encajes. Y mucha gente suele dar preferencia a los trajes negros.

Vivimos en una época en la que todo el mundo quiere destacar y dar un giro a su imagen, lo que hace que cada boda sea única. Entonces, ¿por qué aferrarse a los tradicionales vestidos blancos? Deje volar su imaginación.

5. ¡Las damas de honor deberían llevar lo mismo!

Si hay dos damas de honor, la situación es más fácil. ¿Pero si hay 5, o incluso más? Hay que tener en cuenta muchos factores: sus preferencias, la figura, el estilo, el material del vestido, el precio y, por último, sus opiniones.

La opción más fiable es especificar en la invitación una combinación de colores a la que conviene atenerse a la hora de elegir los trajes. Esto permite que cada una elija un traje que le convenga y que encaje en el conjunto del banquete de boda.

6. ¡La novia se encarga de todos los arreglos!

La organización de una boda es un proceso complejo y polifacético. Hay cientos de pequeñas y grandes tareas que consumen una gran cantidad de tiempo, energía y nervios. Desde la conceptualización de la boda, el diseño de la recepción y la selección de floristas y contratistas, hasta la coordinación de todos los especialistas, el control de la comida para el banquete, la organización de las sesiones fotográficas y mucho más.

Piénsalo, ¿estás dispuesta a hacer ese tipo de sacrificio, o prefieres confiar en los profesionales que seguro harán un gran trabajo?

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