Cosas que cambiarán después de la boda y no está mal

El día de la boda y la luna de miel han quedado atrás, y ya está aquí la nueva vida. ¿y ahora qué? ¿será todo igual que antes o cambiará drásticamente? Continúa leyendo para averiguarlo.

Estatus en la sociedad

Ahora son una sola familia. Lo que significa que la sociedad los percibe de forma diferente. Por ejemplo, muchos empresarios consideran a las personas con familia como empleados más fiables a la hora de contratar.

Planificar juntos

Seguro que ya lo han hecho antes, pero ahora planearan cosas juntos mucho más a menudo. Desde qué preparar para cenar y qué películas ver por la noche, hasta las grandes decisiones: si están preparados para mudarse a otra ciudad o país, irse de vacaciones en una determinada época del año, tener hijos o cambiar de trabajo.

Gastos

En la sociedad actual, no todas las parejas presupuestan juntas. Algunas personas se sienten más cómodas llevando ellas solas la cuenta de sus ingresos y gastos, mientras que otras dividen sus ingresos conjuntos a partes iguales y se ocupan de su propia parte. Pero, aun así, la mayoría de la gente después de casarse empieza a decidir junta cuándo y qué comprar, dónde merece la pena ahorrar y viceversa, porque ahora quieren actuar juntos en todo.

Los psicólogos ven esto sólo como algo positivo, porque así la pareja aprende a confiar aún más en el otro y fortalece la relación.

Vida íntima

La confianza es precisamente lo que puede cambiar a mejor la vida íntima después del matrimonio. Las parejas afirman que el sexo dentro del matrimonio se vuelve más vibrante que rutinario. Esto se debe a que los cónyuges comprenden mejor los deseos del otro y saben cómo dar placer. Además, la confianza en que la persona amada no se va a ir a ninguna parte reduce la ansiedad y permite relajarse durante las relaciones sexuales.

Autoestima

Otra cosa que cambiará a mejor después del matrimonio es la autoestima. Con el apoyo mutuo, aumentará notablemente. Los psicólogos lo atribuyen al hecho de que tu cerebro deja de buscar parejas potenciales y ya no piensa en cómo complacer a todos los que te rodean. Ya tienes lo más preciado y eso te da más confianza.

Sociabilidad

Como consecuencia del punto anterior, las personas casadas son más abiertas a la comunicación. O, al menos, no tienen tanto miedo de hablar con desconocidos, hacer nuevas amistades y se ponen menos nerviosos en reuniones, entrevistas y negociaciones que sus homólogos solteros.

Logros compartidos

Las personas casadas perciben todos los logros y fracasos de su pareja como propios. Algo parecido nos ocurre con los amigos íntimos y la familia. Y no es sólo una capacidad de empatizar, es un indicador de que son una verdadera familia.

Círculo de comunicación

Al cabo de un año de matrimonio tendrán aún más amigos en común. Y puramente sus amigos o tus amigas empezarán a ser vistos como amigos de la familia. Incluso los colegas y conocidos de toda la vida pasarán a ser compartidos a nivel psicológico, ya que estás constantemente comunicándote y compartiendo con tu pareja todos los detalles de tu vida.

Tuyo, mío, nuestro

La misma regla se aplica a sus familias y a los hijos de relaciones anteriores, si los hay. Por mucho que intentes poner límites, dos familias tienen que fundirse en una tarde o temprano.

Empatía

Incluso después del matrimonio, muchas parejas desarrollan la capacidad de empatía. Es decir, cuando uno empieza a sentir los sentimientos de los demás sin palabras. La mayoría de los psicólogos creen que el hábito de ser sensible a la pareja se fortalece con el tiempo y se convierte en la capacidad de captar el estado emocional de los demás.

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